La grabación de un CD

Descripción del proceso de grabación y producción de un CD

1. Obertura

En la fase previa a la grabación, mientras se realizan los últimos ensayos, el productor musical colabora con los músicos en la preparación de lo que será la grabación. Un primer contacto personal, una visita previa al lugar de la grabación y un estudio detallado de la música y de las partituras que se van a interpretar son algunas de las preparaciones que realizamos. A veces, puede ser incluso necesario escribir una partitura para el productor musical que contenga las diferentes partes instrumentales (la grabación de un sexteto de vientos con la única ayuda del papel del primer clarinete es como hacer juegos de malabares con seis huevos en una mano...).

Noten

2. El milagro del lugar

La elección del lugar adecuado es fundamental para el resultado (sonido e interpretación) que queremos conseguir en nuestras grabaciones. Ni todos los instrumentos ni todos los conjuntos suenan de la misma forma en un determinado entorno acústico. Hay obras que están pensadas para una acústica espacial y amplia. La Iglesia Vieja del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial (Madrid) es, por ejemplo, un lugar apropiado para obras de canto gregoriano, de Tomás Luis de Victoria o de Francisco Guerrero; en cambio, no podría ser el marco perfecto para una banda sinfónica. La grabación de música de cámara suele requerir máxima transparencia y precisión sin que la acústica resulte demasiado "seca". Aquí encontramos buenos ejemplos en las salas de música de cámara de los auditorios de Valencia, Madrid y Barcelona o en algunas iglesias. La grabación de una obra sinfónica se realiza en las salas sinfónicas de los grandes auditorios, así el sonido de toda la orquesta se puede desarollar adecuadamente.

grabacion

3. Ideal

A la hora de escuchar la música grabada, el salón de casa nunca será una sala de conciertos, por eso, nuestro esfuerzo se centra en proporcionar mediante la grabación una ilusión de la realidad. La música tiene que poder reproducirse en el lugar donde se escucha (el salón de casa) de tal forma que el sonido se desarrolle vivo y directo con todo su ambiente musical. Como trabajamos casi exclusivamente con instrumentos acústicos y voces humanas, nuestro ideal es conseguir en la grabación un balance natural, un equilibrio tonal, una sonoridad fiel a dichos instrumentos, una dinámica poco reducida y una resolución exacta entre tensión y distensión musical. La localización de los instrumentos en el espacio (libre, tridimensional y real) tiene gran importancia a la hora de conseguir esta ilusión de la realidad.

4. Sonido natural

Cuando una música se graba "en el sitio adecuado", encontramos que la acústica del lugar no sólo influye directamente en el resultado del sonido de la grabación, sino también tiene su efecto directo en la interpretación musical. El tiempo que espera un músico, por ejemplo, después de un calderón o depués de una pausa general para continuar con su interpretación, depende mucho de lo que el sonido tarda en extinguirse, por eso, una obra de música clásica grabada en estudio y posteriormente mezclada con reverberación artificial no llega a satisfacer del todo (tras calderones, enlaces, pausas, etc., la música puede quedar fría, distante, sin vida, irreal, ...). Uno de los objetivos que perseguimos en nuestras producciones es grabar no sólo el sonido sino también el ambiente de los lugares elegidos, de tal manera que el músico se sienta cómodo y que el oyente forme parte del acontecimiento sonoro.

5. Noctámbulos

Uno se puede imaginar que con todo lo que acabamos de apuntar sobre la importancia de la acústica para el sonido y para la interpretación, el productor musical realmente se encuentra con infinidad de problemas en una grabación que se realice fuera del estudio: la vieja calefacción "cruje" continuamente, las ventanas de la época de Felipe II no pueden amortiguar el ruido de la calle o, de repente, llaman turistas a la puerta: "¿... van a dar aquí un concierto?". Al final, en muchos casos, será de noche cuando empiecen a tocar los músicos para la grabación y cuando el productor musical y alguna taza de café tenga que animarlos e inspirarlos para conseguir resultados musicales de máxima calidad.

6. El sonido va de viaje

Nuestros escenarios van cambiando constantemente y por eso hemos dividido todo el equipo de grabación en pequeñas unidades transportables. En cajas especiales encontramos: un "surtido" de micrófonos, mesas de mezcla, previos de micrófonos, ordenadores, amplificadores, altavoces, cascos y, por su puesto, trípodes, cables, muchos gigabytes de disco duro, un lápiz, el diapasón y las partituras. Una parte del equipo de grabación (mesa de mezcla, ordenadores, altavoces) se instala en un cuarto separado de la sala de grabación pues, sólo así, el productor musical puede controlar constantemente la calidad de lo que se está grabando. Entre el cuarto de control y la sala de grabación instalamos una unidad de intercomunicación para estar siempre en contacto con los músicos.

7. De micrófonos y cables

Lo primero que se hace es buscar, junto con los músicos, la posición ideal dentro de la sala de grabación. A continuación, se colocan los micrófonos de tal manera que el resultado sea un equilibrio perfecto entre el sonido directo y el sonido indirecto (reflexión del sonido en las paredes, reverberación, eco, etc.). Los ajustes del sonido se realizan, sobre todo, con los micrófonos, cambiándolos de posición, eligiendo otros micrófonos y ajustando la relación entre ellos. No solamente entre los tipos de micrófonos que empleamos (omnidireccionales, cardioides, de condensador, etc.), sino también entre las marcas (Neumann, Sennheiser, AKG, DPA) existen grandes diferencias en el sonido que transmiten. La posición de los micrófonos es de gran importancia porque de ella depende si se llegan a transmitir matices solísticos o si se compensa, por ejemplo, el que un instrumeno oculte a otro acústicamente. El ideal purístico "sólo dos micrófonos", raras veces conduce a un resultado satisfactorio si tenemos en cuenta las complejas exigencias de una grabación de varios intrumentos o de una orquesta. Una grabación ha de conseguir un sonido natural que esté equilibrado y que compense lo que en un concierto "se oye con los ojos".

On Air

8. ¡Atención, grabando!

Tras una fase de calentamiento general, afinación de los intrumentos, movimientos con las sillas y últimas anotaciones en las partituras (números de compases, etc.) comienza la primera grabación "de prueba". Normalmente se trata de un movimiento completo y es escuchado con impaciencia por los músicos y/o por el director de la orquesta, porque así es como va a sonar más tarde su nuevo CD. Al productor musical, en este momento, le interesa, sobre todo, ver cómo se aprecia el equilibrio (la relación entre los instrumentos y la relación entre los intrumentos y el sonido directo / indirecto de la sala). Hay que detectar si un instrumento o una voz está realmente demasiado cerca / lejos en la mezcla o si acaso el mismo músico ha tocado demasiado fuerte o demasiado piano debido quizás a que el conjunto no se ha adaptado todavía a la nueva acústica de la sala. A veces, hay que retocar alguna octava en el piano de cola y para ello se encuentra un afinador esperando allí. Su presencia nos asegura el poder tener siempre un instrumento en condiciones óptimas.

9. Confusión

Es ahora cuando la habilidad del productor musical se pone por primera vez a prueba, cuando espontáneamente surgen valoraciones del sonido de tipo: "... mi instrumento suena brillante, pero en cierta forma apagado...", "...muy presente, pero demasiado lejos...", o "en general me gusta, pero todos sonáis demasiado fuerte." ¡Estas valoraciones pueden sonar tan contradictorias como realmente lo son! El músico quiere decir algo en este momento, pero el idioma falla a la hora de encontrar palabras que describan adecuadamente una sensación auditiva, no hay una terminología concisa para expresar lo que oímos. No obstante, toda la discusión concluye normalmente después de la segunda audición de la grabación "de prueba" o después de algún retoque mágico en la posición de los micrófonos o en la mezcla.

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10. Asesoría musical

La toma de sonido es un proceso más o menos técnico que va desde la colocación exacta de los micrófonos en distancia, altura y ángulo hasta la mezcla de las diferentes señales de los micrófonos en la mesa de mezcla. Normalmente se realiza al principio de la primera sesión de grabación y salvo pequeñas modificaciones que pueden venir motivadas por un cambio importante en la instrumentación o un nuevo solista, el sonido establecido al principio no se modificará más durante el resto de los días de la grabación (normalmente entre 3 y 5 días) para así poder mantener un balance natural. Ahora empieza de verdad la grabación musical y el trabajo con la partitura, el conocimiento detallado por parte del productor musical es fundamental. No obstante, su labor no es solamente oír y anotar con lápiz en la partitura todos los ruidos externos, posibles notas falsas, crescendos y decrescendos poco articulados, desafinaciones, etc., sino, sobre todo, tiene que animar al músico y ayudarle a obtener la inspiración necesaria para conseguir una interpretación que transmita al oyente el ambiente de un concierto inolvidable.

11. Deberes para casa

El resultado artístico de un CD grabado es la suma del diálogo musical durante la grabación y la cuidadosa elección de las mejores tomas en la postproducción. Al terminar una grabación se han registrado muchas horas de música. Ahora el trabajo del productor musical, con la ayuda de sus anotaciones en la partitura, consiste en realizar un plan de montaje. A través de la combinación de las mejores tomas y siempre siguiendo una lógica musical va naciendo en el editor digital el master del nuevo CD. La mezcla solo se modifica ligeramente y al sonido no se le aplica mucho más tratamiento sonoro (como, por ejemplo, ecualización, compresión, etc.). Todos los empalmes entre las diferentes tomas se ajustan hasta que no haya ninguna alteración del sonido original y el resultado sea una interpretación musical perfecta. Cualquiera puede imaginarse que el tiempo necesario para una buena postproducción musical supera con creces el tiempo empleado en la grabación.

12. Últimas pinceladas

La versión terminada del montaje musical se presenta en primer lugar a los músicos. Son ellos, los que tras una minuciosa audición, a lo mejor desean cambiar alguna toma en algún punto de su interpretación. Después de haber realizado todas las correciones musicales y haber conseguido un resultado con el que tanto los músicos como el productor musical estén satisfechos, se ponen en el master los "códigos PQ", es decir, todos los datos para la numeración y títulos de los traks y el CD obtiene su duración total. Sólo provistos de estos datos, el CD luce todo su esplendor. Naturalmente no sale ningún master del estudio con destino a la fábrica sin haber pasado un exhaustivo control técnico y auditivo.